“Casi Normales”: Trastornos mentales en clave rockera

By: Jan. 10, 2012
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No hay coreografías en este musical. No hay ensamble, no hay un vestuario de miles de dólares ni grandes efectos visuales. Hay una historia, eso sí. Es que Casi Normales pertenece a esa relativamente nueva ola de musicales (junto con Rent y Spring Awakening, entre otros) en los que la dramaturgia prepondera por sobre todos los otros elementos inherentes al género. Hay música, claro, pero en este caso pasa de ser algo meramente ornamental para volverse un pilar durante toda la obra: a través de pocos diálogos y muchas canciones, los personajes de Casi Normales recurren al canto porque la palabra hablada ya no les alcanza para expresar los intensos sentimientos y estados de ánimo por los que transitan.

Muerte, enfermedades mentales, adicciones y métodos psiquiátricos extremos (como la terapia con electroshock) son algunas de las temáticas que se abordan en este musical de Brian Yorkey y Tom Kitt. Los intermitentes momentos cómicos y la excelente labor interpretativa de todo el elenco logran que el público vaya sumergiéndose en esa familia disfuncional que son los Goodman, para terminar aceptando ese marco de delirios y problemas como algo “casi normal”. En este sentido, la obra perturba pero a su vez tranquiliza al ir mostrando cómo esa cuasi normalidad de los personajes podría ser fatal pero finalmente es aceptada y hasta, en cierto punto, valorada por ellos.

La trama de Casi Normales está atravesada por una presencia cuya naturaleza se va construyendo con indicios ya desde el principio de la historia y que, en definitiva, es la responsable de varios de los problemas de la familia Goodman. Diana, la madre, diagnosticada con trastorno bipolar, es el personaje más perturbado y más tocado por esta presencia. En este rol, Laura conforte, siguiendo los pasos de Alice Ripley en Broadway, es ciertamente lo más destacable de la obra en materia de actuación y entrega. La condición de Diana la lleva a transitar por los más diversos estados. La vemos maníaca, rendida, determinada, enojada, hiperactiva, triste… Y resulta fascinante la capacidad de Conforte de hilvanar con suavidad todos los matices que su personaje exige.

Es muy sólido, por otra parte, el bloque adolescente del elenco. Florencia Otero da vida a una Natalie por momentos superada y por momentos llena de bronca, que va soltándose a medida que afianza su noviazgo con Henry. Músico de jazz, despreocupado y soñador, este personaje es interpretado por Fernando Dente con una soltura que le da aire y relajo a la obra en los momentos en los que él interviene. Matías Mayer, finalmente, debuta con esta obra en la escena teatral porteña, a la que sin dudas llegó para quedarse considerando su grandiosa voz y su capacidad interpretativa.

La escenografía de Marcelo Valiente, armada en tres pisos, pareciera estructurar el espacio como si fuera la mente de la protagonista. La realidad que ella vive se desarrolla casi íntegramente en el nivel inferior. En un segundo prácticamente desamoblado suceden la mayoría de las escenas de Natalie, hija buscada para llenar un vacío y que su madre nunca llegó a integrar del todo a su vida. En este nivel, además, los paneles móviles van tapando y dejando al descubierto distintos espacios o situaciones. El piso superior es el etéreo, de donde surge la música (majestuosamente interpretada por la banda que lidera Gaby Goldman), y al que sólo tienen acceso la misma Diana y Gabriel (Matías Mayer), que recorre todos los espacios agarrándose constantemente de las columnas, como queriendo aferrarse a un lugar que, por momentos, lo repele.

No por nada Next to Normal ganó tres premios Tony y un Pulitzer en su versión original en Broadway. Yorkey logró con su libreto llevar a los personajes a lugares oscuros y Kitt logró iluminar esos lugares con su música. La versión argentina consigue, gracias a su impecable trabajo creativo y artístico, transmitir sin grietas la emoción que este musical imprime en el espectador.

FICHA TÉCNICA
Intérpretes: Laura Conforte, Mariano Chiesa, Fernando Dente, Matías Mayer, Florencia Otero, Alejandro Paker
Música: Tom Kitt
Libro y Letras: Brian Yorkey
Dirección General: Luis Romero
Dirección Musical: Gaby Goldman
Dirección Asociada/Creativa: Diego Jaraz
Dirección Creativa: Marcelo Kotliar
Dirección Vocal: Ana Carfi
Escenografía: Marcelo Valiente
Diseño de Iluminación e Imagen: Marco Pastorino
Diseño de Sonido: Rodrigo Lavecchia
Vestuario: Pablo Battaglia
Asistente de Dirección: Cristian Aguilera
Prensa: Furgang Comuniaciones
Producción Ejecutiva: Pablo Tubio / Nazarena Bredeston
Producción General: Faroni Producciones

Miércoles a Domingos, Teatro Liceo (Av. Rivadavia 1495) 
Entradas desde 130$, a la venta en Plateanet (5236-3000 o en www.plateanet.com)



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